¡Super sencillo y rico! Hay que disponer de 2 horas para que quede a punto pero la receta es básica.
Vas a necesitar 1 pollo entero, limón, sal y un chorrito de aceite. Si lo acompañás con papas necesitás 2 o 3 papas medianas, perejil y ajo.
Antes que nada hay que prender el horno a temperatura máxima.
Hay que cortar el pollo en dos, va a quedar por un lado las pechugas y alas y por otro el tronco y las patas. Un asco, pero hay que hacerlo.
En una fuente se le pone un chorrito de aceite de maiz (aprox. 3 cucharas de sopa) y se desparrama. Sobre el aceite se pone el pollo con las partes de huesos y costillas hacia abajo.
Vas a agregarle 3 puñados abundantes y sin miedo de sal gruesa o semigruesa porque eso es lo que va a dar el gustito rico, arriba de eso va un chorro de jugo de un limón.
Así como está va al horno y lo vas monitoreando. A la media hora le bajás un poco el fuego y cuando está por arriba dorado... ¡ya está! Depende el horno pero puede ser aproximadamente de 1 1/2 a 2 horas.
El pollo así como está lo podés hacer con puré, con ensalada, con papas, lo que se te ocurra!
Para acompañarlo con papas va mi recomendación: cortás 2 o 3 papas medianas en cuadraditos chicos de 1cm aprox. y lo dispersás por la misma fuente del pollo. Con los mismos jugos del pollo y el aceite se va cocinando. En ese caso revisás cada 45 min o hasta que se van dorando los cubos y los vas girando para que vaya tomando color parejo.
Cuando saques el pollo y las papas hechas le tirás un puñado de perejil picado y queda riquísimo. Si te animás al ajo lo hacés provenzal.
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